20/09/2025
Javier Milei se refirió al caso que involucra a Diego Spagnuolo y aseguró que el Gobierno mantendrá la calma, dejando en manos de la Justicia la investigación por las presuntas coimas.
Javier Milei ha negado categóricamente que Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, le haya advertido sobre la existencia de coimas en el organismo. El presidente argumenta que incluso su abogado y amigo, Mauricio D’Alessandro, confirma que Spagnuolo nunca le mencionó tales irregularidades, y que de haberlo hecho, él habría reaccionado con firmeza. Milei enfatiza que Spagnuolo tenía la obligación de denunciar cualquier acto de corrupción del que tuviera conocimiento, y que su desplazamiento del cargo e intervención de la ANDIS fueron una respuesta directa a la aparición de audios que sugerían lo contrario. Esta postura busca desvincular al presidente de cualquier conocimiento previo o encubrimiento de las presuntas irregularidades.
La respuesta de Milei se centra en la responsabilidad de los funcionarios públicos de denunciar actos ilícitos. Subraya que la falta de denuncia por parte de Spagnuolo constituiría un incumplimiento de sus deberes, justificando así las medidas tomadas tras la divulgación de los audios. La insistencia en la reacción que habría tenido ante una advertencia directa –“le hubiera volado la cabeza”– busca transmitir una imagen de intolerancia cero hacia la corrupción y reafirmar su compromiso con la transparencia. La narrativa construida por el gobierno apunta a presentar a Spagnuolo como el único responsable de la situación, exonerando a la administración de cualquier complicidad.
Defensa de Karina Milei ante las Acusaciones
Ante el escándalo que involucra directamente a Karina Milei, el presidente ha sido enfático en su defensa. Milei rechaza la idea de haber intentado proteger a su hermana, afirmando que ella ha sido una compañera constante en la adversidad y que ambos siguen trabajando juntos para superar los desafíos. Destaca la lealtad y el compromiso de Karina, comparándola con Santiago Caputo y otros miembros de su gabinete, enfatizando que nadie en su equipo está dispuesto a ceder ante las dificultades. Esta defensa personal y apasionada busca contrarrestar la imagen negativa que se ha proyectado sobre Karina Milei.
La estrategia de Milei se basa en resaltar la relación de trabajo y apoyo mutuo con su hermana, presentando su defensa como una cuestión de lealtad y reconocimiento a su contribución. Al comparar a Karina con otros miembros clave del gabinete, busca normalizar su posición y desviar la atención de las acusaciones específicas. La insistencia en que “nadie afloja” transmite un mensaje de unidad y determinación frente a la crisis, reforzando la imagen de un equipo cohesionado y comprometido con el proyecto político.
