29/09/2025
Se trata de Ariel Giménez, que junto a Víctor Sotacuro son los últimos acusados que fueron detenidos durante el fin de semana. Su rol habría sido parte de la planificación de los asesinatos. El fiscal espera que puedan aportar información sobre el principal sospechoso.

La causa por el triple crimen de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) atraviesa una etapa decisiva. Este lunes fueron citados a indagatoria los dos hombres detenidos el fin de semana en Florencio Varela y en Bolivia, acusados de haber tenido un rol clave en la ejecución del hecho.
Uno de ellos es Ariel Giménez, señalado por los investigadores como la persona que cavó el pozo donde fueron enterrados los cuerpos. Tras ser trasladado a la fiscalía, quedó cara a cara con el fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Arribas, quien le leyó la imputación. Giménez se negó a declarar.
El segundo es Víctor Lázaro Sotacuro, capturado en el país limítrofe y apuntado por la Justicia como posible chofer de uno de los vehículos utilizados para llevar a las jóvenes al lugar donde las mataron. Está alojado en el penal de Sierra Chica y declarará mañana en la sede de la fiscalía.
Con estas indagatorias, la Justicia busca avanzar en el rompecabezas criminal que sacudió al país y que, según la hipótesis principal, estuvo directamente vinculado a una organización narco que habría planificado y ejecutado los asesinatos.
Los dos sospechosos están acusados por el mismo delito, el de encubrimiento agravado, pero se cree que cada uno cumplió un rol diferente en el plan macabro que terminó con la vida de tres jóvenes.
Por eso, el fiscal Arribas les toma declaración y espera que alguno de los dos aporte algún dato importante para dar con el paradero de “Pequeño J”, principal acusado que sigue prófugo.
Los roles de los últimos capturados
Giménez, de 29 años, fue detenido el viernes en Florencio Varela cuando regresaba a su casa, sin saber que había un operativo montado para atraparlo.
De acuerdo a la investigación, habría sido contratado por la banda exclusivamente para cavar la fosa en la que luego sepultaron los cuerpos de las tres jóvenes, en el aguantadero de Villa Vatteone.
El caso de Sotacuro es distinto. El hombre, de 41, de nacionalidad argentina y peruana, fue apresado en un hostal de Villazón, Bolivia, en un trabajo conjunto entre la Policía de ese país y el Ministerio Público de Jujuy.

Este domingo aterrizó en Buenos Aires cerca de las 20.30 y quedó a disposición del juez de Garantías, Fernando Horacio Pinos Guevara, que resolvió que sea derivado a una unidad del Servicio Penitenciario Federal. Fuentes policiales informaron a TN que fue alojado en el penal de Sierra Chica.
Los investigadores sostienen que el hombre sería quien manejó el vehículo que habría sido utilizado para mover a integrantes de la organización durante la noche en que las víctimas fueron asesinadas.
Si bien en su defensa dijo que solo trabajaba como remisero y que fue contratado para un viaje después de una fiesta, sus dichos están bajo la lupa. La sospecha es que pudo haber presenciado las torturas o incluso participado de los crímenes.