Crisis en el sector de la salud: paros y reclamos en clínicas privadas

22/05/2024

El sindicato de trabajadores de la sanidad convocó a paros en clínicas y centros privados de salud para los días miércoles, jueves y viernes de esta semana.

Las medidas de fuerza serán de dos, tres y cuatro horas por turno, respectivamente. Esta acción busca presionar por mejoras salariales tras semanas de estancamiento en las negociaciones paritarias.

Por su parte, la Secretaría de Trabajo ha convocado a una audiencia urgente para este jueves, en la que participarán la representación gremial encabezada por Héctor Daer y las cinco cámaras empresarias firmantes de las paritarias. El objetivo es encontrar una solución a la crisis.

Las entidades prestadoras de salud señalan que los aranceles pagados por obras sociales, prepagas y el PAMI están muy por debajo de los costos crecientes. Esto ha llevado a una situación insostenible que afecta la calidad de atención a los pacientes.

Según el presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra), Jorge Cherro, los costos de dar servicios en 2023 subieron un 213,1%, mientras que los aranceles cobrados a las prepagas aumentaron apenas un 118%. La disparidad entre costos e ingresos está asfixiando al sector.

Cabe señalar que las entidades de medicina prepaga se encuentran en medio de un conflicto judicial con el Gobierno, que las obligó a retrotraer parte de los aumentos de cuotas. Este conflicto ha complicado aún más la situación financiera de los prestadores.

Las interrupciones en los servicios, las demoras para conseguir turnos y el cobro de copagos son algunos de los efectos que sufren los pacientes debido a la crisis. Estos problemas reflejan una falta de revisión de fondo de los problemas estructurales del sector.

RIESGO DE EJECUCIONES FISCALES

La AFIP ya señaló que 5000 centros asistenciales podrían ser ejecutados por deudas tributarias a partir de agosto. Esta situación pone en riesgo la continuidad de muchos prestadores de salud.

La posible caída de entidades privadas de salud podría sobrecargar aún más al sector público, que ya enfrenta dificultades para absorber la demanda.